GRACIAS A TODOS LOS SERVIDORES

¡Saludos!
 
¿Dónde estaríamos sin nuestros trabajadores sanitarios, cuidadores de nuestros mayores y todos aquellos que ayudan en la crisis actual? Vamos a continuar agradeciéndoselo y apoyándolos, aunque solo pueda ser quedándonos en casa y aplaudiéndolos cada tarde a las ocho.
 
También agradezcamos al ejército de voluntarios que han dado un paso al frente en este tiempo de necesidad. No subestimemos su contribución.
 
En unas pocas semanas los cristianos recordaremos a un voluntario inesperado. Uno que surgió de pronto. Alguien que muchas personas pensaban que estaba distante, y demasiado alto y era poderoso para preocuparse profundamente por nosotros. Pero estaban errados. Estoy hablando de Dios, que envió a su Hijo para salvarnos.
 
Jesús, el Hijo de Dios, se ofreció como voluntario para confortarnos y para ofrecernos una vida más allá de esta. De su propia voluntad eligió morir en nuestro lugar, y, al hacerlo, nos dio esperanza no solo para esta vida, sino también para una futura más allá del sepulcro.
 
Todavía se ofrece como voluntario para ayudarnos hoy. Ni la muerte pudo detenerlo. Resucitó de los muertos de forma que pudiese continuar sirviéndonos a cada uno de nosotros.
 
Gracias a Dios por los voluntarios.
 
James

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Sobre el autor:
James Henderson es un anciano y Superintendente Europeo en la Comunión Internacional de la Gracia.

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