Abraza a Dios

Dios te ha abrazado en Jesucristo. Abrazarlo como respuesta a su amor es lo que tú más necesitas y Él desea.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  Abraza a Dios como Él te abraza a ti 

El líder de la iglesia Irineo enseñó que el Hijo y el Espíritu Santo son los «dos brazos» del Padre que amorosamente nos abrazan regresándonos a él para que nosotros también le abracemos.

El Evangelio de Juan nos da las propias palabras de Jesús llenas de ánimo:  «Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno:  yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí»  (Juan 17:22-23 ).

Vemos la gracia de Dios más claramente en la persona de Jesús que, como escribió Pablo «nos amó y se dio a sí mismo por nosotros».

Como receptores de la gracia de Dios en Cristo, no solo participamos en la vida del Padre a través de su Hijo y del Espíritu, sino que también participamos en la misión de Dios con el mundo.  Podemos decir que somos acogidos por el abrazo de amor del Padre, a través de Jesucristo y del Espíritu Santo, y participamos en su vida.  El abrazo de Dios nos llena de su amor y nos motiva a abrazarle a él y a participar en su misión de amor por el mundo, moviéndonos a abrir nuestros brazos para abrazarlo también.

La misión del Padre es la restauración y la renovación completa de toda la creación en Jesucristo, por medio del Espíritu, a un estado de gloria perfecta.

La gracia de Dios, en la persona de Jesucristo, es por toda la humanidad sin distinción de raza, estatus o género.

Artículos que te aconsejamos leer sobre el tema:

El Padre pródigo, el hijo que regresa y el que no deseaba entrar

* El Amor del Dios enamorado

* ¿Se salvarán los que no oyeron de Jesús antes de morir?

* Muriendo y Viviendo con Jesús

* Con Jesús en el sufrimiento y en la alegría

* ¿Por qué este derroche?

* La práctica de la oración

La parábola de las minas

* El Reino de Dios

* El cambio climático y la proclamación del reino de Dios

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