¿Qué causa la guerra?


Apareció por primera vez publicado por  GCI Weekly Update on July 23, 2014 under From the President

Queridos hermanos en Cristo:                        joeandtammyTkach

Estoy seguro que habéis oído que se dice que la mayoría de las guerras han sido causadas por la religión. Esta afirmación se ha repetido tan a menudo que pocos cuestionan su validez. Pero incluso una investigación superficial muestra que no es verdad. Por ejemplo, un investigador evaluó una lista de guerras publicada en Wikipedia y encontró que solo 14 de las 126 guerras en la lista empezaron por razones religiosas. Otro examinó los crímenes horribles perpetrados por dictadores durante el siglo XX y encontró que pocos si alguno de esos déspotas fueron motivados por la religión. (ver el diagrama de abajo—para una imagen mayor ir a http://update.gci.org/wp-content/uploads/2014/07/religious-wars.jpg).

religious-wars

Por supuesto, la religión ha sido la causa raíz en algunas guerras y un factor que contribuyó en otras. Pero afirmar que la religión es la causa de las mayoría de las guerras, es simplemente incorrecto. Hacer tal afirmación es, a menudo, parte de un esfuerzo de denigrar la religión en general, y el cristianismo en particular. Afortunadamente algunos autores son más cuidadosos con los hechos. Nota lo que el antropólogo Scott Atran escribió en “God and the Ivory Tower” [Dios y la Torre de Marfil] en la revista FP:

La queja principal contra la religión, que es la instigadora más grande en la historia de los conflictos entre grupos, no se sostiene. Los temas religiosos motivan solo una pequeña minoría de las guerras registradas. La Enciclopedia de Guerras repasa 1,763 conflictos violentos a lo largo de la historia; solo 123, el 7 por ciento fueron religiosos. Una auditoria sobre “Dios y las Guerras” auspiciada por la BBC, que evaluó los conflictos más grandes en los últimos 3,500 años y que valoró su motivación religiosa en una escala de 0 a 5 (Guerras Púnicas = 0, Las Cruzadas = 5), encontró que más del 60 por ciento no tuvieron motivación religiosa. Menos del 7 por ciento recibieron una valoración mayor de 3. Hubo muy poca motivación religiosa en los conflictos intestinos entre Rusia y China o en las guerras mundiales, responsables del siglo más letal de derramamiento internacional de sangre.

Nota también lo que Charles Phillips y Alan Axelrod escribieron en la  Encyclopedia of WarsEnciclopedia de Gerras.

Las guerras siempre han surgido, y surgen hoy, por disputas territoriales, rivalidades militares, conflictos étnicos y para lograr ventajas comerciales y económicas; y siempre han dependido, y dependen hoy, del orgullo, el prejuicio, la coerción, la envidia, la avaricia, la competencia, y de un sentimiento de injusticia. Pero para la mayoría del mundo antes del siglo XVII, estas “razones” para la guerra fueron explicadas y justificadas, al menos por los participantes, por la religión.

Nota que lo que Phillips y Axelrod concluyen de su estudio de la historia está de acuerdo con lo que encontramos en el Nuevo Testamento con respecto a la raíz de la guerra:

¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de vosotros mismos? Deseáis algo y no lo conseguís. Matáis y sentís envidia, y no podéis obtener lo que queréis. Reñís y os hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís. Y cuando pedís, no recibís porque pedís con malas intenciones, para satisfacer vuestras propias pasiones” (Santiago 4:1-3).

Estas tendencies humanas van en contra de los “grandes mandamientos” de la Ley de Moisés, de amar a Dios y amar a las persoanas (Mateo 22:36-40), y en contra del mandamiento de Jesús: “Este mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Así como yo os he amado, también vosotros debéis amaros unos a otros” (Juan 13:34). Como cristianos buscamos el mismo amor de Jesús y su paz, no la Guerra. Jesús dijo esto a sus seguidores: “La paz os dejo; mi paz os doy. Yo no os la doy como la da el mundo. No os angustiéis ni os acobardéis” (Juan 14:27). En sus escritos, Pablo exhorta a los cristianos a vivir el camino de amor y paz de Jesús: No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (Romanos 12:21). “Aseguraos de que nadie pague mal por mal; más bien, esforzaos siempre por hacer el bien, no sólo entre vosotros sino a todos” (1Tesalonicenses 5:15).

Desgraciadamente, muchos han rechazado el amor y la paz, apareciendo la guerra. Las personas, incluyendo a los cristianos, nos son perfectas y cometen errores y han luchado en batallas y guerras que deberían de haber evitado. Pero está lejos de la verdad que la religión, en general, y el cristianismo en particular, ha sido la causa raíz de la mayoría de las guerras. El cristianismo predica y vive el mensaje de amor y paz, y cuando quiera que falla sabe que debe buscar el perdón y volver a buscar la justicia y la reconciliación y hacer la paz. Seamos embajadores del amor y la paz de Dios en este mundo acribillado por la guerra.

Compartiendo con vosotros la vida y el ministerio del Príncipe de la Paz,

Joseph Tkach

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